DOCUMENTATION
La construcción
de un modelo metodológico no es solamente un asunto técnico resultado
del aporte de las ciencias básicas y de los actuales desarrollos cibernéticos.
Tampoco es simplemente un procedimiento ordenado de sistematización de
la información sobre un tema u objeto determinado. Un modelo metodológico
debe incluir sin duda lo anterior, -pero además-, debe ser un organismo
teórico que incorpore y de cuenta de las inconsistencias de los trabajos
anteriores, y permita ver el modo como sus propios antecedentes lo determinan,
es decir su proceso de construcción. No es un simple punto de vista, sino
que debe recoger y organizar todos los puntos de vista en la historia
del objeto. Lo metodológico debe permitir entonces discriminar todas las
cualidades que están en juego y develarlas en lo posible.
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Las
rocas de esta manera quedan así como sustrato temático de las representaciones
rupestres, lo cual abre temas sobre su sentido cultural y sobre
los aspectos relativos a sus condiciones y conservación |
Para unificar
estas cualidades es indispensable percibir la historia del objeto, y relativisar
los supuestos de la tradición para mostrar los nuevos criterios
metodolológicos como un producto de un trabajo reflexivo continuo.
Este proceso transforma el objeto, lo hace mas complejo, pero que también
incluye las fluctuaciones teóricas, los puntos de vista del sistema de
percibir, y lo que es más esencial detecta los cambios en las ideas del
investigador. . La ubicación precisa de este objeto en sus cordenadas
historicas es esencial.
No
solamente cuenta la historia del objeto en sus límites estrechos para
una zona, región departamento e incluso país. Es necesario reconocer la
influencia de las categorías, los términos y los temas producidos en la
historia del arte y del arte rupestre. La investigación en Europa, para
el estudio del paleolítico superior y con ello, la presencia de
categorias explicativas proyectadas en nuestro medio han impedido tener
una comprensión plena del sentido singular de las manifestaciones estéticas
en procesos particulares en Colombia. Usadas estas temáticas sin crítica
ninguna, fueron atribuidas a los estudios del arte rupestre colombiano
creando mas confusión que ayuda.
El registro
sistemático de zonas rupestres, a una nueva y reciente metodología (1996-1999),
ha creído conveniente dejar de lado el registro ocasional de una roca
o rocas (rocas supuestamente representativas) para dedicarse expresamente
a trabajar sistemáticamente y con absoluta minuciosidad en un municipio,
una amplia área determinada, en una región y con ella hacer preguntas
muy precisas (temas de investigación) sobre las concentraciones rupestres
y sus correlaciones con otros hallazgos (afiladores, metates, fragmentos
cerámicos, documentos arqueológicos de otras fuentes documentales) y abrir
así las opciones que permitan cotejar otros desarrollos producidos en
las investigaciones arqueológicas y etnohistóricas. Con esta nueva manera
de trabajar, se organiza un criterio metodológico menos casual y mas cercano
al posible camino de explicación del sentido y función del arte rupestre
en Colombia.
Sistemas de registro (Ir a procedimientos)
La
ficha de campo, la ficha de roca,
la ficha de zona, la ficha de talleres de artefactos
y los datos producidos por la recolección superficial de muestras cerámicas,
de líticos, constituye un conjunto de cualidades documentales básicas
para iniciar la reconstrucción de este patrimonio inmueble (su contexto
arqueologico), y en distintas etapas y fases de investigación pueda darse
cuenta del mundo estético y cultural producido por las comunidades precolombinas.
Cuando una amplia zona sea cartografiada, sin dejar de lado los aspectos
«no representativos» y se pueda cotejar esta información
con fuentes diversas de otros trabajos en la región, se podrá decir algo
serio sobre arte rupestre.
Alteraciones
y deterioros (ir a conservación)
Pero
no basta con tener un trabajo descriptivo que discrimine con delicadeza
y reseñe con alta resolución los aspectos más singulares de una roca y
con ella represente los detalles de cada uno de los eventos rupestres
presentes. Es indispensable tener en cuenta que el original es sin duda
la fuente primordial. No basta con desarrollar estrategias de registro
y documentación lo más sutiles, es fundamental cuidar el original y crear
estrategias diversas para que sean conservados los sitios rupestres. Resulta
irresponsable el investigador que no se detiene a reseñar las alteraciones
y los procesos de deterioro que viven los sitios rupestres y se ocupe
como tradicionalmente se hace en copiar los «dibujos» para intentar relacionarlos
con su etnia respectiva o para desarrollar teorías estéticas. El relieve,
el clima, la ubicación topológica son ahora estructuras, que articuladas
con los sitios rupestres, permiten reconstruir en fases y aproximaciones
sucesivas el contexto de estos eventos. Sin estos estudios es un simple
aspecto abstracto.
En cada uno de los capítulos de este proceso
documental deberá hacerse una breve historia de los investigadores, se
enuncian algunas de sus tesis y finalmente se muestra el trabajo producido
por GIPRI para que el lector observe el contraste entre los levantamientos
efectuados en el pasado y los logros producidos por esta nueva metodología
de registro. Al lado de estos documentos se exponen también los datos
de nuevas zonas, sus alrededores y algunas fichas de zona, que muestran
que no solamente fue un levantamiento deficiente de una roca, sino que
también se produjeron nociones que crearon en los investigadores externos
al tema, en la comunidad cientifico-académica la idea que no habían más
rocas en la región.
Ficha de Roca
Ficha
de Registro
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Esquemas
Generales
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En
1970 se iniciaron los trabajos sde registro y documentación
de zonas rupestres en los alrededores de la ciudad de Bogotá, capital
del país. Desde esta epoca se crearon los primeros formatos, con
los cuales se pretendía organizar la informacion . Despues de 25
años estos formatos se han venido readecuando hasta la formulación
final del año 2001, Aqui se incluyen no solamente las fichas tradicionales
que se usaban hasta 1999, sino que se han incluido algunas más,
que permiten organizar los datos del trabajo de campo.
Estas dos primeras fichas resuelven un problema en la historia de
la investigación, pues hasta 1970 no existían cartografías apropiadas
y tampoco se podia ver las características de las rocas que soportaban
las pinturas o los grabados
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Ficha de Conservación
Cuando se estudia
arte rupestre el investigador siempre tiene la curiosidad de imaginar
el espacio geográfico en el cual se realizaron las obras y los ambientes
en los que vivian los autores. Lo cierto es que estos procesos dinámicos,
han tenido que cambiar y con ello las obras de arte que con el trancurrir
del tiempo aparecen como si fueran extrañas a su entorno. ¿Cómo ha sido
alterado el contorno de la roca donde se realizaron las pinturas o los
grabados? ¿Cuántas rocas han sido alteradas, destruídas o cambiadas desde
la epoca precolombina, son entre otras preguntas aspectos que obligan
al investigador a crear algunos criterios para reseñar los estados de
alteración y conservación de estos yacimientos. Si las rocas han sido
afectadas por la intemperie durante siglos y se encuentran expuestas a
alteraciones diversas, será posible cambiar estos factores y preservar
a un más tales obras?.
Durante muchos años, en las investigaciones sobre arte rupestre no se
pensaba que la preservación de esta manifestación cultural fuera importante.
Incluso, internacionalmente los estudios sobre conservación son relativamente
recientes (década de los 70). En los registros de los murales rupestres
se contemplaba únicamente la forma y composición de las figuras que se
encontraban en cada yacimiento, y no se registraban y documentaban su
entomo y condiciones del sustrato. No se pensaban estos factores
como apoyos científicos para la misma interpretación, ni se tenía en cuenta
que la explicación de un hecho histórico sin su contexto daba una visión
incompleta del objeto de estudio. Se pensaba mas en un buen registro de
los dibujos plasmados, que en la preservación y conservación del original;
pues, los efectos de los desarrollos industriales, la polución atmosférica,
el cambio en la flora y fauna, el aumento de la accesibilidad a los sitios
para visitantes, turistas e incluso para investigadores, han ayudado a
cambiar y deteriorar el estado de este patrimonio.
FICHA
DE REGISTRO DE CONSERVACIÓN
Ficha No. 1 (Entorno)
Aquí se consignan los factores medio ambientales, geomorfológicos y climáticos
de la zona (formación geológica, litología, geomorfología, tipo de suelo,
vegetación, relación entre clima y relieve, utilización del terreno y
condiciones climáticas) que son importantes para reconocer el entorno
de la roca y poder determinar de que manera afectan la manifestación rupestre.
Se documentan las descripciones generales de sus características y se
utilizan clasificaciones preestablecidas por los que se dedican a estudiar
este tipo de eventos
Ficha No. 2
En esta ficha se citan todos los factores de alteración y deterioros que
se hacen presentes en un yacimiento. Para ello, se clasifican los factores
de alteración según su origen: Naturales los que están ligados a eventos
medioambientales, tales como: Precipitaciones, Cambios de temperatura,
Radiación solar, Vientos, Aguas subterráneas, Microflora, etc. Artificiales
los que están relacionados con la actividad humana básicamente, tales
como: Turismo, Industria, Investigadores, Campesinos, Vándalos.
Como los deterioros son el resultado de la acción aislada o simultánea
de los factores de alteración, su observación puede realizarse a nivel
macro o microscópico (Abrasiones, escurrimientos, fisuras, fracturas,
descamaciones, microfracturas, disgregaciones, pérdida de capa pictórica,
pátinas, meteorizaciones, microflora, etc.). En este modelo solo se registran
aquellos deterioros que son visibles en la superficie de la roca, pues
no se cuenta con los equipos para identificar deterioros internos o microscópicos
(figura 10).
En una tabla de convenciones se identifican los factores de alteración
y los deterioros por medio de colores (convención cromática en CMYK) que
se han designado a cada uno de estos eventos, así se diferencian entre
ellos de una manera visual. Además, para los factores de alteración se
registra el grado de acción sobre el yacimiento con dos clasificaciones:
Pasivo o Intenso. Mientras que para los deterioros se cuantifica la cantidad
que se está haciendo presente, por medio de un porcentaje sobre la totalidad
de la roca. Dentro de esta ficha también se hace referencia a las muestras
de microflora y macroflora que se recogen en el trabajo de campo. Allí,
se clasifican los tipos de plantas inferiores y superiores que se presentan
en las paredes de los yacimientos estudiados.
Ficha No. 3 (Esquemas por cara o grupo)
Aquí se registran los factores de alteración, cuando son visibles, y los
deterioros que presentan las rocas. Se documenta su techo (cara 0) y las
paredes que presentan manifestaciones rupestres. En el caso de abrigos
o paredes rocosas se describe únicamente la superficie donde aparecen
los trazos indígenas, realizando los esquemas por los grupos pictóricos
que se documentan en la ficha de registro No. 4. Se utiliza una versión
en blanco y negro de la ficha de registro No. 3 con los esquemas por cara
o la ficha de registro No. 4 con los esquemas por grupo, según sea el
caso. En acetatos se presentan, con la misma convención cromática utilizada
en la ficha No. 2 de Conservación, los factores de alteración y deterioros
sobre el yacimiento (figura 11).
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